¿ME LA JUEGO? SI Ó NO

Explicar las diferencias y desigualdades entre mujeres y hombres es un reto que va más allá de mis humildes posibilidades y también a su vez mis ideas y sentimientos al respeto van más allá de sus diferencias biológicas.

Comparativamente estas diferencias  causan desconcierto o al menos nos hacen reflexionar en ocasiones sobre el tema ya que tenemos palabras vetadas para no quedar mal, para  que no te digan machista, feminista…ó quizás nos digan otras palabras como mínimo chocantes o con insinuaciones de claro perjuicio.

Sin embargo muchas veces la realidad es más sencilla que todo eso, y simplemente debemos vernos y sentirnos como personas, la vida va más rápido que las palabras que utilizamos para distinguimos. Los propios medios de comunicación son reacios a aceptar que un concepto nacido del movimiento feminista, ó bien machista… sea adecuado y su plena utilización pueda ser reconocida.

 Pero la pregunta que nos debemos formular cuando decidamos enfrentarnos a las palabras, a esa palabra que tanto se usa igualdad la palabra que solamente es una palabra, la pregunta es sencilla,  pues no debe ser ninguna. Sentirnos iguales nos hace iguales y nos libera de la necesidad de usar palabras, términos o incluso leyes diferentes.

Si en esos momentos las personas en general tenemos  claro los conceptos de la vida, dé la amistad, del respeto que subyacen bajo la terminología del ser humano y lo que representa, entonces no tendremos problemas pues no sentiremos ni la necesidad de buscar palabras adecuadas, ni actos adecuados por razón de sexo. Ni  mucho menos matices y recovecos  que tienen después un importante marco ideológico pocas veces razonables y sinceros.

  ¿No somos tan sólo una categoría biológica?  Así pues no es  tampoco  una variable que debamos afrontar, y no  podemos dividir la población por su sexo y supuestamente pensar que conocemos las características de mujeres y hombres por que la vida no la inventamos nosotros, la vida estaba antes de nosotros y seguirá después de nosotros.

Por mi parte pienso que no tenemos que pensar ni explicar porque somos iguales pues venimos al mismo tiempo y nos iremos al mismo tiempo, pues ni el hombre ni la mujer somos inmunes al caos total que llegara a destruir nuestro mundo por desgracia anticipadamente  por estar más tiempo pensándonos diferentes al semejante, y no solo por razón de sexo sino también por inútiles clases sociales que no estarán más tiempo aquí que el resto pues al final somos seres humanos todos y una parte animal de esta nuestra tierra.

                                                                                      

  Amiss0709